el paso de los años

Poco a poco con el paso de los años las personas se van alejando entre si, es como que cada quién mientras se va volviendo viejo se va volviendo más obtuso, y sus almas conforman unas extrañas piezas de rompecabezas con las que a es demasiado difícil encajar, y así llegan a ser viejos quisquiñosos. Es increíble todo lo que hago en mi soledad, mientras trato de ocupar mi mente y mi tiempo, en esta vida que a veces tiene sentido y a veces ando tan perdido, tras lo que dictan otras personas o la sociedad y cuantas pocas veces realmente conecto con el agradecimiento de la oportunidad que tenemos gracias al nacimiento divino y nuestra esencia de Dios. Es realmente difícil trasmitir esto y mantenerlo en mi consciente, y actuar en post de ello. En cambio, en mi soledad cuantas cosas cometo de las cuales me apeno y preferiría no escribirlas aquí, olerme, expedir extraños olores luego del ejercicio, y limpiarme las orejas siempre viendo cuanta cera he acumulado, o pasar horas frente a un espejo extirpando las espinillas y disfrutar cuanta grasa logro sacar de esos puntos negros, o meterme el dedo hasta lo más profundo de la nariz y buscar ese premio un moco gigante que mientras más grande mejor para luego saborearlo, comparar su sabor con el olor de mi sudor, o el olor de la cera de mis oídos. Cuantas cosas triviales realizo día a día para mantener mi mente ocupada en mi cuerpo y en lo que puedo hacer conmigo mismo. Masturbarme tres o cuatro veces al día, masturbarme con fotografías, con pensamientos, con recuerdos. Boca abajo y boca arriba y luego frotar la mano en mi sexo y tratar de recolectar la mayor cantidad posible de olor para luego disfrutar otro olor del que soy dueño y me hace yo. Y me dan placeres sencillos y logro calmar mi soledad y ansiedad y así pasa el tiempo los años mientras hago otros proyectos en la sociedad, en la suciedad, menos o más interesantes. Y así voy volviéndome viejo y voy enajenándome de los demás, con harta pena de que se conozca esta pequeña parte de mi realidad.
Anoche la conocí, fue ella quién lo propuse, quién vino. Primero solo hablábamos por el teléfono, contándonos las vidas, y de repente sucedió lo inesperado una invitación de momento para conocernos, para al fin verla en vivo, y disfrutar su cara, sus senos, su cuerpo, su sentido, su conversación y mente y de nuevo su cuerpo, que nunca llegue a disfrutar. El plan fue tomarnos unos vinos y vernos la cara mejor que hablar por el teléfono. Confiezo que me puse como un niño, me bañe en un relámpago, y me perfume lo mejor posible, también me vestí lo mejor posible. Y baje a sú encuentro, desde el primer momento me llamó la atención, me gustó, me encanto y me volvió loco. Pero nada de esto lo demostré, solo le dije “llevo rato tratando de encontrarte un imperfecto y nada”, en increíble estos seres humanos perfectos, luego de comprar el vino y transcurridos los primeros diez minutos ya me sentía más a gusto y con mayor confianza. Debo reconocer que trate de comportarme bien, educadamente y como un caballero. Y que si no?, si hubiese preferido montarle un mano, tocarla o violarla. No nada de esto lo pensé en el momento. Porque no?. Ciertamente me hubiera gustado, pero uno apuesta al futuro, a ir poco a poco, y si hay la suerte de haber química y haya un verdadero enamoramiento. Hoy me gustaría verla de nuevo, escucharla. Es que la conversación fue tan divertida, que gran personalidad, y al mismo tiempo que rodada, cuantas vivencias.